19. Notificación del decreto de remoción

AFECTADA, 30 de junio de 1990.

Sr. Pbro. E.N. CUESTIÓN

C3 estimado E.N.:

Tal como te lo dije cuando te visité en el Hospital, seguimos rezando por tu salud. Desde que saliste del hospital no he podido tener más noticias tuyas. Deduzco que ya estarás plenamente restablecido, o muy cerca de ello. Por eso te escribo a la dirección que me indicaste para el envío de la correspondencia.

En primer lugar quiero comunicarte que ha culminado el trámite respecto de la designación que tenías como Párroco en la ciudad de PACIENTE. Luego de tomar en cuenta tu descargo, y escuchar nuevamente al Consejo Presbiteral y de recabar el parecer de los párrocos que establece el derecho, he procedido, a firmar el decreto por el que se establece que no continúes con ese cargo, y que adjunto a esta carta. Como allí se expresa, el parecer de todos ha sido la adopción de esta medida. Algún día comprenderás que es para tu bien.

No te la he comunicado antes, pues esperaba decírtelo personalmente en AFECTADA, en alguno de tus viajes, cosa que no ha sido posible. Tampoco me pareció oportuno decírtelo cuando fui a visitarte al hospital, luego de la operación. Pero como debo hacértelo saber cuanto antes, lo hago por medio de esta carta.

También te quiero comentar que ahora puedes elevar tu apelación de esta medida a la Sagrada Congregación para el Clero. Antes no era posible, pues debía finalizar el trámite diocesano. Puedes hacerlo personalmente, o bien pedirme que yo eleve esa apelación. En este caso, te ruego que lo hagas por escrito, adjuntando los argumentos que estimes necesario.

Me gustaría tener noticias tuyas y de tu salud. Cuando te resulte posible, puedes comunicarte conmigo. Hay mucha gente que reza por nosotros los sacerdotes, y varios me preguntan por tu salud.

Te deseo, de corazón que puedan quedar atrás aquellas cosas que, de uno u otro modo, nos hicieron sufrir a todos. Como cristianos, sabemos que todo es para bien para aquellos que aman a Dios, y creo que ése es nuestro caso, aun con todas las limitaciones a cuestas. Que Dios te bendiga. Un abrazo.

TAL

Obispo de SANTA AFECTADA